Dante Rodríguez Larramendi


Nací en Uruguay en el departamento de Montevideo el 10 de agosto de 1962. Luego de terminar mis estudios incursioné en el área gráfica desarrollándome como tipógrafo (el cual trataba de confeccionar originales mediante tipos de letra móviles), luego me perfeccioné en el área de impresión y diseño gráfico. Actualmente me desempeño como docente en la escuela de industrias gráficas y como impresor gráfico. Desde joven me ocupó la música formando parte de una banda musical y luego la integración en un dúo. He compuesto temas musicales infantiles y en el género melódico. Luego continué en la música con la participación en coros diversos. La composición ha sido siempre algo que me ha ocupado, pero desde hace un tiempo hasta la fecha he tratado de plasmar en letras lo que ha formado parte de toda mi vida. “Colores, diseños, mezcla de armonías de trazos y mezcla de música es lo que me ha llevado a escribir”. El tratar de ver la vida de una forma bella y poder enamorarse cada día de ella es lo que he tratado de trasmitir a aquél que puede leer mis textos. Desde simples relatos a creatividad o pensamientos más reflexivos es mi pasión por la escritura. “Simplemente poder dar algo de lo que la vida tan generosamente nos regala…”

Publiqué en el 2011 mi primer libro CUENTOS DESDE EL ALMA luego he publicado en el departamento de FLORES alguno de mis cuentos y he participado en algún concurso literario. 

En cuanto a lo que significa la poesía para mí te diré: 

“la vida en sí misma está llena de poesía, sólo hay que descubrirla, cuando puedo llegar a ver en una flor y encuentro todo un mundo dentro de ella, eso es poesía” 

“cuando puedo mirar por encima de una nube y ver un mundo fantástico, eso es poesía” 

“diría que para mí debo llegar al lector creando un mundo mucho mejor, real para mí en mi manera de ver la vida” 

“el escritor trata de inventar mundos muchas veces de donde no existe nada y allí está la magia, creo en mi modesta opinión que “el cielo me ha favorecido colocando en mi imaginación gotitas de tinta, que ellas son como mariposas que van, vienen y revolotean, cuando las puedo dejar posar en el alma me permiten armar historias”

Algo para leerme:

Cómo cuesta




Como cuesta entender y entenderte.
Como cuesta aceptar y aceptarte.
Cuanto tiempo pasó desde que empecé a hacer uso de razón y comencé a hacerme preguntas.
Preguntas que han sido tan interminables y tan lejanas como las estrellas.
Destellos de luz muchas veces han enceguecido mi mente que te busca en verdad, sin falsedades, ni orgullos.
He recorrido mil caminos, mil filosofías, mil historias pasadas y serán mil por venir y sin embargo apenas te veo.
Te veo cuando puedo sentirte, cuando puedo hacer algo por alguien, o por mí mismo.
Te hablo a ti querida alma.
Alma mía que te has ido formando de amores y de sentimientos, que trato cada día de hacerte más parte de mí.
Pero cuanto y como cuesta, porque mil nubes tratan de cubrirte, tan sólo como chispitas de ilusiones, recuerdos, anhelos y  amores, encienden un fuego que corre por mis venas como un inmenso torrente que no tiene fin.
Te quiero atesorar con mil broches de oro para prenderte en mi corazón, te quiero dejar en libertad como el cielo azul y no encerrarte en celdas que irremediablemente no te dejarán ser lo que eres.
¿Quién puede describirte?, ¿quién puede decir quién eres?
Pero estás allí y si te dejo volar, en un instante puedes recorrer mil lugares, los más bellos e increíbles, sin importarte el tiempo, ni el lugar, allí vas y me traes lo mejor.
Cuantas veces escuché que mis ojos son tus ventanas.
Pero no siempre han estado abiertas, no siempre con transparencia y decoradas con cortinas de croché.
No siempre mi mirada ha sido como un torrente, porque tú eres así, calmas mis ansiedades y mis locuras de querer lo que no se puede querer, de sentir lo que me enseñaste y de mirar con agradecimiento.
Te siento y escucho como mil violines, siempre con afinación exquisita.
Tan sólo si pudiera acompañarte nada más.
Y tengo que aprender a observar mucho más, pues si miro a mí alrededor me doy cuenta de cuantos caminan como sin saber que estás allí, en cada uno de nosotros.
Si me acerco a las cosas que amas seguramente aprenderé más de ti.
Cuando miro a la naturaleza allí me haces sentir tu presencia y me explicas muchas cosas que ni mil libros encierran en sus textos.
Cuando miro a los pequeñines te pones enseguida a conversar con ellos como si se conociesen desde siempre.
Cuando amas, amas de verdad y podrán pasar mil tormentas que quieran arrebatar tus alas pero no podrán.

También te han querido engañar con falsas promesas, con mil creencias, con intereses engañosos, pero has salido airosa, porque algo me has enseñado.
Cada día quiero que me encuentres y no me dejes sólo, sino sería tan sólo como un vaso sin contenido que no calma la sed.
Te nombro y te quiero.
Eres la poesía de mi corazón y la razón de mis sinrazones, mis fantasías de colores, mis vuelos lejanos y mis campos de algodón.
Todo cuanto pueda decirte es poco para tratar de describirte, pero te siento como siento el viento que mueve las flores, los árboles y el mar.
Y tu lluvia es mansa que va mojando mi corazón de a poquito, reverdeces todo en mí, como lo haces en los campos amarillentos luego de la sequía.
Y me quedo suspendido en emociones, me siento feliz, me siento respirar acompasándote y ya no importa nada más.
Gracias te doy por otro día más en que me has hablado, pero no con palabras huecas, sino con sentimientos profundos.
Alma mía te estoy esperando siempre…



Dante Rodríguez Larramendi

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu comentario nos crece.